Estas pulseras son facilísimas de hacer: sólo necesitas palitos de helado, pegamento especial para textiles, y retales, cintas o cuerdas para que tu muñeca luzca como nunca.
Primero tendrás que hervir los palitos durante 15 minutos para que blandeen y se puedan doblar posteriormente. Una hez hervidos los fijamos con gomas elásticas en torno a algún objeto del tamaño de tu muñeca (puedes utilizar vasos de cristal que son suficientemente fuertes) y los dejamos secar durante un par de días.
Y una vez listos es hora de decorarlos con los materiales anteriomente mencionados.
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En vez de palitos de helado yo utilizé depresores linguales para hacerlas (esos palitos que nos pone el médico de cabecera en la boca para examinarnos la garganta) porque eran más anchos y más largos.
¿No me digáis que no son originales?
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